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Aquí se ve el hotel |
El hotel Biltmore es un edificio que se alza en el centro de la ciudad
de Providence, Rhode Island. Fue inaugurado en 1922 por la cadena
hotelera Biltmore y añadido al Registro Nacional de Edificios Históricos
de los Estados Unidos en 1977. Este edificio de dieciocho pisos tiene
el honor de ser uno de los dos lugares que inspiraron a Stephen King
para escribir "El Resplandor" (el otro es el Hotel Stanley en Colorado) y
a Robert Bloch para crear el Bates Motel de "Psicosis"; y el "Hotel más
embrujado de América" según la Asociación de Hoteles y Hospedaje de los
Estados Unidos.
Johan Leisse Weisskopf
La construcción del edificio fue enteramente financiada por Johan Leisse
Weisskopf, un conocido satanista cuyos planes involucraban el convertir
a los habitantes puritanos de Rhode Island a su religión de manera
sutil. El Biltmore contaba con un gallinero en el tejado, con el fin de
proveer sacrificios para las misas negras semanales, manantiales en el
sótano para rituales de purificación; e incluso un grupo de meseras que
atendían desnudas en el Comedor Bacchanite, donde se realizaban orgías
continuamente.
Durante la época de la prohibición, el Biltmore era el único sitio
aparentemente protegido de las leyes draconianas que hicieron ilegal el
consumo de alcohol en Estados Unidos. Esto se debía a las conexiones de
Weisskopf con la mafia y el gobierno local, así como los extraños
crímenes cometidos en el interior del hotel.
Entre las décadas de los años veinte y treinta, seis oficiales de
policía mataron a ocho personas, un gobernador violó y mató a siete
mujeres, el alcalde de Providence asesinó a un rival político, y un
cardenal ahogó a una prostituta en una bañera.
Los fantasmas del Biltmore
Por su reputación asociada con una larga historia de crímenes, rituales
satánicos y extrañas desapariciones; el Biltmore está supuestamente
plagado por fantasmas a tal grado de que está considerado como uno de
los cincuenta puntos más paranormales en Estados Unidos.
Al anochecer, puede escucharse a personas bebiendo, bailando y hablando
en los bares; una planificadora de eventos pudo observar fantasmas
bailando en un salón vacío a media noche, se reportan puertas que se
abren y cierran solas, apariciones, "subidas" del muerto, sábanas que
salen volando de las camas ocupadas, y toda clase de actividad más.
Pero el rango más distintivo del Biltmore no son sus fantasmas, si no
las extrañas desapariciones que iniciaron con la reapertura del hotel
luego de la muerte de Weisskopf. La nueva gerencia prohibía la
realización de sacirficios, remodeló el Comedor Bacchanite, quitó el
gallinero del tejado y clausuró las habitaciones subterráneas.
La leyenda dice que al irse los satanistas, los fantasmas que estaban
encerrados en el edificio se liberaron para atacar a los vivos que
cometían el error de hospedarse.
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