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Ésta es la cabaña Cooneen |
En las profundidades de la región boscosa del condado irlandés,
Fermanagh, existe una cabaña vieja de piedra que a simple vista podría
aparentar ser otro edificio ruinoso cubierto de graffiti.
En realidad, su historia involucra uno de los casos sobrenaturales más
aterradores jamás ocurridos en Irlanda: el poltergeist de Cooneen.
Los Murphy
Cien años atrás, esta cabaña fue hogar de una familia común corriente,
los Murphy. Consistía del patriarca Michael, la madre Bridget, y sus
hijos Michael, James, Annie, Mary, Teressa, Bridget, Catherine y
Jane-Ann. En 1907, Michael Sr. murió en un incidente laboral, dejando
desprotegidos al resto de su familia. Después del luto, parecía que las
desgracias para la familia Murphy habían acabado ahí... cosa no más
alejada de la verdad.
A los cinco años de la muerte de Michael, Bridget y sus hijos comenzaron
a escuchar toquidos provenientes de la puerta. Cada que iban a abrir la
puerta para ver de quién se trataba, se encontraban con que no había
nadie frente a la puerta. Con el paso de las semanas, las cosas
empeoraron bastante: fuertes toquidos en puertas y ventanas, pasos en
las escaleras y agresiones con platos, ollas y sartenes siendo arrojados
por la cocina.
El padre Smyth y las serpientes
Desesperadas, Bridget y sus hijas (Michael Jr. ya había abandonado la
casa para entonces) decidieron pedir ayuda a varios sacerdotes. De
estos, solo dos, el Padre Peter Smyth y el Padre Eugene Coyle de
Maguirebridge accedieron a visitar la propiedad para ser testigos de
estas extrañas ocurrencia.
Smyth describió sentir "serpientes" arrastrándose bajo las sábanas de
una cama, y también que logró tocar a la entidad culpable; la cual se
sentía como "una rata" peluda que se enroscaba en su muñeca y daba
vueltas en torno a ella. Los sacerdotes inclusive escucharon lo que
parecían ser ronquidos provenientes de los rincones oscuros de una
habitación, y que fueron intensificándose hasta volverse escupitajos y
siseos furiosos.
Coyle reportó haber sido testigo de la levitación de objetos, y señaló
que la actividad paranormal parecía centrarse en Annie Murphy. Cuando la
chica y su madre tomaban turnos para acostarse en una cama, la
actividad parecía escalar hasta volverse insoportable.
Se realizaron dos exorcismos en la propiedad, ambos en vano. Incluso un
policía local expresó su sorpresa total luego de ver sombras que
bailaban en la casa y objetos siendo arrojados por los aires. Se
descubrió que este poltergeist amaba la música, pues solía tocar en las
paredes al ritmo de viejas canciones irlandesas, e inclusive llegaba a
cantar por las noches con una voz escabrosa (¿Qué es eso?).
La legión del Mal
Todo pareció empeorar luego del exorcismo, y los aldeanos de Cooneen
llegaron a acusar a James Murphy de realizar hechicería e invocar
demonios usando un libro que supuestamente había hallado en el bosque,
llamado "La legión del Mal". Repudiados por la comunidad entera, los
Murphy se vieron obligados a emigrar a América desde un barco que salió
de Glasgow.
Pero al parecer, la entidad los siguió a la nave, y los ruidos que
provenían de su camarote eran tan malos que el mismo capitán del barco
amenazó en arrojarlos por la borda para acabar con el fenómeno.
La cabaña hoy
En años recientes, la sociedad paranormal del condado Antrim visitó la cabaña para realizar un trabajo de investigación.
Al llegar, descubrieron que la cabaña se encuentra en un estado bastante
malo. La chimenea ha colapsado, las paredes se encuentran al borde de
caer y el tejado amenaza con desplomarse sobre el interior. Varias
cámaras y micrófonos dejado a lo largo de la noche captaron movimiento y
sonidos de algo caminando en el interior. No podían achacárselos a
animales, pues las cámaras no detectaron en ningún momento la presencia
de seres vivos.
Fuente: http://mitosmonstruosyleyendas.blogspot.com.es/2016/03/el-poltergeist-de-cooneen.html
Fuente: http://mitosmonstruosyleyendas.blogspot.com.es/2016/03/el-poltergeist-de-cooneen.html
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